sábado, 11 de agosto de 2012

Estuve entre galaxias.



Suspirando en el ocaso me encontré con tu perfume 
como el suave aroma de tus manos que acarician el infinito
es tu piel que invita a bailar la danza de mil gritos
es mi alma la que se reconforta por haberte conocido.
La perfección de la lluvia que ablanda a la tierra
un campo lleno de flores que me observan hacer una tregua 
en la que prometo que tu cuerpo seria mi única vestimenta.

Hoy creo que tu voz es lo mejor que el hombre inventa
porque llega calma, suave y serena espantando todas mis penas.
Puedo olvidar al dolor y el jura no haberme conocido.

Puedo abrazar al destino si me deja estar contigo.
Puedo hacer cualquier cosa menos desarraigarte en mi memoria.
Porque en tu pecho duermo aunque pasen las horas.

Porque en tus ojos pierdo el miedo del que me libero
porque tu mente es un laberinto en el que siempre me encuentro
Fuiste, sos y serás puertas y ventanas abiertas
todos los rayos de luz que a mi ser alimentan.



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