Tuve tiempo para ver como todo cambiaba, no lo necesitaba,
pero igual pasaba; Y cuando me pregunto si todo lo que tengo que experimentar
realmente es algo que tenga que vivir, me contestó que si, como manifestación
del universo; Una red de acontecimientos desfavorables, como en una hilera de
piezas domino apunto de caer.
Seria tan genial que empezáramos a salir así no dejamos peluca en su lugar. Las
cosas inclasificables en las que creo y las que paso desapercibidas todas
juntas en una lucha irracional para que seamos una célula terrorista en
contacto con la sociedad psicotrópica en la que vivimos.
Encausaremos altos vuelos de combustión. Tengo mi discurso de ch, ch, ch,
changes como para que todos sean felices.
¡No llores niño! ¡No tengo la culpa de ser feo!
Soy un verdadero working class hero de ultratumba con el poder del baile
macumba, entre setentoso y espacial, sin solución de continuidad.
Alguien para amar u odiar, meditando sobre el punto intermedio de que es lo
bueno o lo malo sin pararse por tanto tiempo en lo medio por miedo a caer. No
pueden (ni podrá jamás) soñar despacito. Me críe entre dinosaurios, vientos
patagónicos, triángulos místicos de ojotas y libros de Hesse.
Empieza un libre trip de “Chicas y chicos, ¿quieren rock?”. Seremos siempre a los
que miran desde un ventanal sin parar de pensar “son raros, son jóvenes, tienen
actitud” en un mundo donde conviven sin problemas los astronautas rusos, el
General, las canciones de Belle & Sebastian las salchichas con pan y los Titanes en el
Ring.
Color humano se esconde todo conviviendo entre si, aunque llegue algun día ese
que aparezca como un messíah a desplegar su arista más extensa y aullarte toda
esa verdad que a veces duele, con el cuentakilómetros cansado.
Somos seres luminosos únicos e irrepetibles en el mundo. Y seguramente también
en el universo; Un muestrario de alucinaciones cotidianas en los últimos días
de la tierra. Intentando que todos seamos héroes de nuestra propia realidad,
pidiendo que de ella se convierta en amor magnético, cantando canciones en
bicicleta, chivando cataratas de angustias y decepciones. Sigamos embriagados
de este amor de cordillera con poncho y polera caminando la sierra.
Si no convengamos que siento que todo es mucho mas vacío, necesito de los
vientos huracanados y los impulsos eléctricos, estas emociones ronroneantes o
escandalosas, deben convivir conmigo, contigo; Si las pierdo estoy perdido…
Me iría pero me quedo a pedirte que reconstruyas un mundo mejor, el que deje de
comprar algunos conceptos o mire a todo como boceto.
Partículas esparcidas en el aire como un virus aperitivo, todos enfermos de
amor y con 38º de fiebre nos sacamos todos la lotería en la vida y apostamos a
un futuro pleno pero por sobre todo mucho pero mucho menos careta. A su salud!
Es
tiempo,
ya es tiempo,
de
que el tiempo.
Tu tiempo, al viento.
Encause
vuelos de amor.