lunes, 28 de enero de 2013

Hundido en un poco mas que agua



Realmente no sé bien como dominar la técnica, el modo. El sentimiento se presenta y le hago una reverencia, dicho continua mostrándome su brillo, yo solo opto por seguirlo.

Día a día los sueños se presentaban mientras yo pasaba por una registradora los productos que terminarían siendo de alguien más, yo sabía que después de un largo día de abastecer a clientes exigentes podía hacer lo que más me gusta.
 Mi trabajo en el súper estaba a unas seis cuadras de un rio al que se llegaba cruzando el maizal y esas cuadras hasta llegar a él me eran muy útiles para elegir bien mis sueños y darles prioridades o puntuación; Para ver que vale más y que es más necesario o grato a mis ojos y necesidades. Los sueños se celan y gracias a ello llegue a darme cuenta de que ya no me servía ese auto que tanto anhele  porque este es un pueblo chico y se lo puede recorrer de punta a punta con una bicicleta; Note que Australia era muy lejos y hice koalas de papel para que jueguen con canguros de plastilina, además este pueblo me gusta, lo quiero en el fondo de mi lúgubre corazón (a mi corazón le llamo lúgubre porque la gente me exilio de sus vidas por la importancia que suelo darle a mis sueños, como hablo de ellos y los desparramo a donde quiera que valla). Me entusiasma; El solo hecho de pensar que aquí viví toda mi vida, pienso que las playas de Australia no tienen este rio que guarda en cofres de musgo mis más valorados tesoros. Hoy era viernes y nos veríamos, el rio como guardia de mis sueños se preparaba para guardar en el fondo de su pecho tres deseos más y yo para darle mis más preciadas recurrencias.
El método que empleo es bastante simple y ojo que yo le doy la misma importancia que al reiki o yoga, inclusive que a respirar porque seamos sinceros... ¿Quién duro mas de unos días sin sueños? Todos esos sueños de los que nos llenamos día a día nos abren la puerta al mañana que quizás ya nos está por saltar con sus largas piernas para ponerse por delante.

Agarre tres piedras, una por cada sueño, observe el rio y determine el lugar donde la roca caerá, presione la roca contra su pecho y piense en su sueño (en como viviría con él y porque es tan necesario para usted.) Si las respuestas aparecen antes de que a usted le duela la mano de presionar la roca, solo si esto pasa, su sueño merece ser guardado y está listo para arrogarlo junto con la piedra a la cual el sueño se adhiere por la presión que usted ejerció con sus manos. La piedra va a recorrer la cantidad de metros hasta el fondo del rio flameando su sueño como una bandera y una vez en el fondo del rio nada podrá sucederle a la piedra o sueño que ganaron la eternidad.

Yo que bien sabía mis tres deseos de esta semana me prepare y seguí el procedimiento detalladamente. Mi primer sueño fue que esa pareja de colibrís que anda dando vuelta por mi patio se hicieran su casa ahí, frente a la mía, su color y movimientos de ballet mejoran el paisaje. Mi segundo sueño fue el de atreverme a hablarle a Lucia, me cuesta entender que estando entre pasillo y pasillo, uno sentado atrás del otro, viviendo ocho horas del día juntos  y no pasemos del hola sin que me ponga bordo de la vergüenza. Y por primera vez mi tercer sueño era cruzar ese rio majestuoso lleno de mis otros sueños para besar las orillas del otro lado y conocer a alguien quizás, no tan diferente a mí.

Cuando tire la tercera piedra y con ella al tercer deseo pude ver que la piedra no choco con el agua, porque el agua se abrió para dejarla pasar hasta el fondo del rio donde se escucho el estruendo de algo que desconocía (pero que era meramente semejante a cuando rompimos la ventana que da al living de la casa de Jose jugando al futbol con Joaquin.)
El nivel del rio empezó a bajar y el agua desaparecía por un torbellino muy similar al de una bañera cuando se le quita el tapón, con el agua desapareciendo cada vez más rápido, solo atine a agarrarme la cabeza y pensar “rompí el rio”. El agua bajaba y se pudo ver la punta de arboles  bajo el rio y para mi asombro con el nivel del rio un poco más bajo vi a algunos koalas entre los árboles…
Cuando bajaba mas y mas el rio se vio mi casa con la parejita de colibrís revoloteando por el lugar, el rio bajaba mas y se vio el auto que siempre quise; Canguros entre la vegetación, mezclada con mis deseos que se acumulaban en diferentes lugares bajo el rio y como el agua no estaba yo podía cruzar con mi bicicleta hasta el otro lado del rio.
Parecía una alucinación pero todo lo que guarde en el rio se encontraba bajo el, justo donde lo deje, esperándome y mi último deseo abrió el portal a lo deseado.

Teniendo todo no supe con que quedarme, si vivir bajo el rio o en la superficie aunque ambas cosas sean en este preciso momento iguales porque la superficie es una y el rio simplemente ya no está. Me pregunte con una leve nostalgia que sería de mi próximo viernes y a donde podría tirar las piedras de mis deseos aun teniendo todo a mi alcance.
¿Vivir en el rio de mis expectativas, sueños y anhelos o permitirme seguir creando desde mi mente, alma y cuerpo próximos deseos?
Ya no distingo si el rio era donde pasaba mis días y el nadar me mantenía vivo, quizás el rio de agua era el espejo de mis razones de vivir y el rio en el que paso los días el puente al espejo.
La confusión me supero y me convertí en la persona que tuvo todo lo que soñó y no fue capaz de ser feliz o disfrutarlo, porque al adquirir eso perdió su capacidad de soñar.
Solamente tuve lugar a pensar en que es tan vacio el bienestar de tenerlo todo y no poder seguir soñando. 

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