sábado, 2 de febrero de 2013

Ni enbolsado, ni en la garganta


Dicen que la vida te da sorpresas… Pero que se yo, ¿llevarme esta? En una bolsa de supermercados,  atada a la muñeca y pegandole 
rodillazos como si fuera un envase de coca, o echa una bolita estancada en la garganta que crece cuando respiro.

¿Por que? ¿Por qué estando tan llenos de vida nos dejas morir? Nos rodea sabias?, la vida (obvio) hablo de eso y la pongo en un marco que cuelgo en el living de lo que supimos ser. 
Pienso en Joaquin, en la radio, en flores, en los hijos que sumo a la familia Dylan y hasta en la facu, la verdad que nada me saca las ganas de entrar a una jugueteria con una tijera y cortarle el pelo a las barbies o la pija a ken (si es que tiene), sacarle los brazos a los ben10. 
Tengo ganas de arruinar algo hermoso, entonces una jugueteria se queda corta al paso de la ingratitud que mantengo. 
Voy a una iglesia a decir que bebí de la sangre de lucifer y sabia mejor que el vino o voy a un parque con sierras a cortar arboles y personas; Si pase lo que pase… Mañana todo va a seguir igual, no me podes amar y esa vida de la que hablo esta rodeada de muerte. El espécimen de mi amor esta en extinción y como yo quería cuidarlo me quede en casa y dije “vas a salir del ropero cuando alguien te pueda dar la teta” (esta en desarrollo), quiere crecer y abrir los ojos sin que la luz lo cegué y esta acá  conmigo, renegando de su suerte y recuerda ser amor maduro y verse encogerse, y disminuirse al tamaño de una hormiga, piensa que debe quedarse en el ropero y salir a jugar con las mascotas. Que mas allá de las mascotas existe la incertidumbre de no ser aceptado y dudar de su valor.
Yo lo levanto, le seco la sangre y le sacudo la tierra, como otras tantas veces le digo que siempre me va a tener a mi para que lo ponga en juego. 
Mi amor, el amor ama amar y descubre que mas allá del amor esta el dolor esperándolo con un bate de béisbol para romperle los huesos, me recuerda que el no decidió quedarse en un ropero pero que puede ser mejor a salir.
Seguramente prefiere que le lea o dejarlo que tire conmigo de la pelota que mas tarde traerían los perros, esta esperando que acaricie a mis gatos hasta que sanen mis manos y no que lo traiga en una bolsa de supermercado corriendo el riesgo de la asfixia, o en la garganta, quizás de ahí no quiera salir y se mantenga húmedo y calentito; Recordando el sexo que se nos murió de hambre.

Porque el sexo se alimenta de los “te quiero” y de algunos abrazos que son oportunos, de tomar una birra en un parque o comer pororó en el mismo. Y caminar de la mano (no me quiero olvidar de caminar de la mano), si supieras cuanto satisface al sexo caminar de la mano, como lo llena.

Limpio mi sangre, la del amor y la del sexo. Les recuerdo que lucharon en causa justa y no les permito llorar tanto como me lo permito a mi, después limpio la sangre sobre el papel dejando solo la tinta.

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