jueves, 18 de abril de 2013

Babosas

Vos tenes nuevos amigos y yo nuevos fantasmas, la piel ya no se eriza, tengo la mal forma de una roca o un pororó, con la convicción de una locomotora marchando por el puente ya dinamitado en la mitad. A mi falta de forma la compenso con mi forma de querer/ser querido. Estas donde dijiste nunca estar, te está gustando y la carne espera. Yo te veo en la noche y malgasto la energía que es para los dos, vos la vas a compartir, mi mala suerte me prepara un café, bien fuerte como para no dormir en días. Mi fantasma soy yo, mi monstruo soy yo, también todo lo que me rodea.
Te quería ver el buzito del gatito, te queda tan lindo en las únicas fotos a las que puedo llegar, ¿te volviste a cortar el pelo de tu costado?.
No sé cómo pueden llegar a tomar 43 o 45 desconocidos el llanto de alguien que llego tarde, despeinado (siempre), chivando cataratas, con una depresión que solo le permitiría ser poeta o dark. Vestir de negro y escuchar the cure, me imagino raspando un táper de un dulce de leche a las 6 de la mañana, desde la bici veo parejas que se besan como pandas. Hay un abismo entre todos y ellos. Juego al básquet más de lo común y permito transpirarte de entre mis poros, de entre mi cabellera, te saco a lágrimas, te saco a baldazos, te evaporas y volves con la lluvia de mi pieza. Proceso simple para un sentimiento complejo. Droga de drogas, hemisferio izquierdo y derecho, meridiano de Greenwich y meridiano de Ecuador. Controlas todo desde tu humilde visión mortal, tus manos dibujan siluetas en humo y se van, como todo lo demás.
Se que estas con él, lo veo apretar tu cintura. ¿Vos lo mimas?, ¿le agarras la cara cuando se besan?, ¿arman una burbuja para escapar de sus miedos?.
Cayo la primera lagrima, nadie lo nota, nadie me ve, soy como el espectro que se convenció de existir, el profesor dice “hablar, expresar, comunicar”, nadie me ve y eso me relaja acá y en mi baño.
La lágrima se mueve como una babosa en la humedad de una pared, esto es hermoso, tristeza cara, valiosa, se arma con tiempo, fantasía e ilusión. No sé cómo seguir, tantos charcos en los ojos y ningún reflejo. Esos segundo en los que te vi hablando con tus amigos, cuando te vi leer a Ernestito Hemingway; Pensar que esos segundos hoy controlan horas, ese momento insuficiente a mis ganas de verte fue suficiente para repetirse, simplemente aplasta un momento y se queda en la pantalla mental.
¿Qué me paso?, ¿Por qué creo que me vas a decir “te vi en mis deseos”?, “roperito no es lo mismo sin vos, el vino tampoco”.
Ya son algunas lagrimas las que juegan a las babosas dejan un rastro de sal y agüita por todo su camino, viste que “agüita” suena re lindo, re feliz, risas, risas inocentes. “Agüita” quien hubiera pensando que una lagrima me haría reír, podría esperarlo de las lagrimas que se escapan cuando cortas una cebolla como un maestro pizzero haciendo su mejor salsa, bueno hoy también me reí cuando me dijeron que tenia los shorts de hulk, cuantas personas hermosas, a mi alrededor sin verme verlas, gente hermosa como las lagrimas babosas, son inofensivas, no remueven tu tinta.

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